Star Wars Episode IV: A New Hope - Reseña

Star Wars, estrenada por primera vez en 1977 por el visionario George Lucas y producida por 20th Century Fox y Lucasfilm, siendo renombrada Star Wars Episode IV: A New Hope en 1999 ante la llegada de las precuelas.

Película con tan poco interés en ella, que el estudio cedió los derechos a George Lucas sin pensarlo dos veces, hasta los actores y staff se negaban a creer que el proyecto fuera serio y vería la luz del día, dado a la estupidez (aparentemente) del guion. Sin embrago, revolucionó por completo la manera de ver el cine de fantasía y ciencia ficción.

La historia nos presenta un reino muy muy lejano con personajes icónicos; Chewbaca, una combinación de mal gusto entre el oso ruso Putin y el oso chino Pooh Jinping, la princesa 100% roles bimbo, Leia. Owi-wan Kenobi, un viejo senil que no parece recordar ni madres de las precuelas, C3P0 y R2-D2, droides esclavos que solo existen para avanzar la trama, Han Solo, el blanco cool reglamentario y a un joven, Luke Skywalker, quien después de haber perdido a su familia se entrega a una aventura galáctica con sus nuevos amigos en contra del imperio, y así poder olvidarse de su misma familia en un par de minutos. Imperio que nos muestra al villano por excelencia, que, con solo un traje negro, una voz profunda y asmática se convierte en uno de los mejores personajes del cine de la historia y versión con piernas robóticas de Stevie Kenarban, Darth Vader, comandante de un montón de nazis estúpidos con peor visión que Dora la Exploradora.

Todos ellos nos muestran una galáctica aventura llena de fascismo, esclavitud y potencialmente incesto. Pero, sobre todo, la primera batalla con lightsabers en la historia, entre los dos personajes más rudos, contestando a la pregunta; ¿qué pasaría si esas dos personas se chingaran la rodilla y se agarraran a putasos?

En conclusión, esta película que a pesar del tiempo se ve más convincente que las precuelas y creo un mundo nuevo de la nada, tiene una calificación de:

Genial